miércoles, 24 de julio de 2013

2 AGOSTO 2013

Viernes, 2 de Agosto de 2013




1990Iraq invade el emirato de Kuwait. El Consejo de Seguridad de la ONU condena la invasión.
1934Adolf Hitler asume la presidencia de Alemania, fusionando los cargos de presidente y canciller.
1845El médico alemán Rudolf Virchow cita por primera vez su descubrimiento de la embolia.
1814Estalla en Cuzco un movimiento rebelde indígena que estuvo a punto de lograr la independencia de Perú.
1704Guerra de Sucesión española. La escuadra anglo-holandesa, mandada por el contralmirante Rooke, comienza el asedio de Gibraltar.
1635Nuestra Señora de los Ángeles, Patrona de Costa Rica, es hallada por Juana Pereira.
1597Se inaugura el primer teatro de Barcelona, denominado "Casa de las Comedias".
1498Cristóbal Colón entra en el golfo de Paria y descubre Venezuela
1483Por bula de Sixto IV, fray Tomás de Torquemada es nombrando inquisidor general de Castilla y León, cargo que haría extensivo a Aragón, Cataluña y Valencia por bula de 17 de octubre del mismo año, y que le convertiría en el primer inquisidor general para toda España.
1385Se celebra la primera corrida de toros en Pamplona; un cristiano y un moro, llegados de Zaragoza, lidian y matan dos toros en presencia del rey Carlos II de Navarra.
-49El ejército de Pompeyo se rinde a Julio César tras la batalla de Ilerda.
-216Aníbal Barca derrota al ejército de la Antigua república romana en la Batalla de Cannas.

Acabamos de entrar en Agosto, ole, ole y ole.

Así que cinco nuevas palabritas para nuestro disfrute:

TALLAR
SECO
TOLDO
SILENCIO
MIGAJA

Sólo espero que este SECO y cálido verano os sea llevadero y que sumidos en el SILENCIO de las siestas vespertinas bajo un TOLDO protector, no dejéis de TALLAR en vuestra imaginación nuevos cuentos, sin dejar ni una sola MIGAJA de inspiración en la mesa.

Suerte.

10 comentarios:

  1. ROMPER EL SILENCIO

    En un claro del bosque, sentado sobre un tronco seco y rodeado de niños que le observan con admiración, el abuelo talla hábilmente, con su inseparable navaja, las figuritas de animales que al final del verano cada uno se llevará a su casa.

    En la terraza de la vieja casona familiar, la abuela sacude el mantel, regalando a los pajarillos las migajas del desayuno, y prepara la mesa para la comida, bajo el toldo que a mediodía les protegerá del ardiente sol.

    Como en invierno, ahora todo es silencio, pero a la hora de comer la casa se llenará de risas, comentarios y pequeñas disputas. Es el momento de rodearse de nietos bulliciosos, perros pedigüeños e hijos escasamente vistos en periodo laboral. Un mes para atesorar recuerdos que se irán desgranando a lo largo del resto del año.

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  2. Ni una migaja

    Otra noche en blanco, lo sé incluso antes de acostarme. El verano cálido y seco de Madrid no ayuda, claro. Me apoyo en el balcón, fumo otro cigarro, oigo las sirenas lejanas, no veo con claridad; la ventana, el vecino vuelve a dormirse viendo en la tele yo que sé; el balcón abierto, la cortina ondula; el toldo del quiosco abajo en la calle; la parada del autobús; el taxi que remolonea en el semáforo abierto. Hoy no dormiré, seguro. Lo reviso en mi mente, una y otra vez. Cómo surge, sólo se insinúa, ni siquiera eso, se presiente. El silencio. Inocente, aliviador incluso. Juguetón. Cómodo, apacible. Un “aja”, un “¿en serio?”, otro “mmm”. Lo tallamos, no nos gusta la forma, volvemos a empezar. Convivimos. Hasta que agobia. Dejamos de soportarlo, y lo rellenamos. Pero el relleno es irreal, artificial. Amigos. Trabajo. Espacio, mi espacio, tu espacio; nuestro silencio. Lo intentamos, qué tesón. Medalla al esfuerzo. Ja. Fin de semana romántico, ja, ja. Trucos de magia. De trileros. Pero al final la magia no existe. Qué ironía. La magia. Al final, el final. Sólo queda el silencio. De ti, ni una migaja.

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  3. Me gusta. Podría parecer triste, pero me transmite una sensación de tranquilidad muy agradable. :) ¡¡Bienvenid@ al blog!!

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    1. Gracias por la bienvenida, y los ánimos para continuar! Me ha gustado mucho escribir así que espero seguir haciéndolo.

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  4. En silencio
    Allí estaba yo, siempre con esa sensación de estar esperando. Me senté en la terraza cerca de mi casa, bajo el toldo, pedí una cerveza con unos frutos secos. Otro domingo igual, dejando la cama de alguien donde poco he dejado de mí.
    Me puse a leer el periódico con la intención de no pensar y no tomar una decisión. Distracción, es tan sana.
    Disfrutando del silencio en el que me encontraba, conseguí distraerme con las noticias. Daba igual cuál, deportes, internacional, nacional… centrar la mente en cualquier tema. Dejar de sentir que solo dejo migajas en los rincones donde me acerco.
    Supongo que de alguna manera tengo que aprender a tallar un nuevo corazón. Al levantar la mirada apareció ella, mi vecina.
    - Buenos días vecino, y sonriendo se sentó a mi lado. Pidió otra ronda, esta vez para los dos.
    Creo que ya he empezado a aprender, solo con mirarla algo se transforma en mi interior.

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  5. LA MIGAJA

    - ¡Niña! ¡come encima de la mesa, que te lo he dicho cien veces! -- ¿Sabes esas frases tan de madre que dije que jamás repetiría? Pues vuelven a mí como el ajo en el pan con aceite. Me veo dando gritos por la casa, haciendo añicos el silencio como una vieja verdulera, gruñiendo y vociferando por todo.
    - ¡Mira, ya has tirado una migaja! Si es que te tengo dicho que no te comas el pan seco, que se desmorona todo. Anda, salte a la calle a terminarte el bocadillo. – Uff, es imposible tallar estas prendas con esta fiera a mi alrededor.
    - ¡Chiquiiiiillaaaa! ¡Pero te quiés poné debajo del toldo, que hace mucho caló!”
    - Pero si no pahja ná, mamá, no paaaahjaa ná

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  6. MIGAJAS DE SILENCIO

    Navaja. Punzón. Formón. Lija. Madera. Y paciencia, mucha paciencia. La figura que me he propuesto tallar requiere de algo más que habilidad. No será suficiente esa vieja y manida fotografía, amarillenta y con los bordes rotos y retorcidos de tanto manosearla. Por suerte, pese a mi avanzada edad, aún mantengo fresco su recuerdo. Sería capaz de reproducirla incluso bailando, si este amigo inseparable de mis manos quisiera darme un respiro.

    Recuerdo con claridad su ritmo acompasado, sus movimientos lentos e insinuantes. Sus brazos caídos a lo largo de su cuerpo, su pelo ondulado mecido por las notas de aquel “Living la vida loca”, y ese aroma a salvaje sensualidad. Detalles como el de aquel tirante cayendo por su hombro aún provocan una sonrisa tierna en mi arrugado rostro.

    Acaricio con mis ojos su cuello, como hice aquel día, y al elevar la vista, tropiezo con esos ojos dulces de opaco mirar que me provocan una convulsión de realidad. No puedo huir de ella; sigue ahí, día tras día, desde hace ya casi treinta años.

    A veces la alegría de vivir se ve truncada por aciagos momentos. A veces el silencio, cubre como un toldo la algarabía de momentos que aún permanecen vívidos en nuestro ejercicio diario de recordar. Muchos pequeños ratitos, disfrutados sin pensar en que un futuro habría de llegar tarde o temprano, uno de los que nadie se quiere plantear.

    Y es por ello que ahora me veo, navaja en mano, queriendo dar vida a este pedazo de madera, queriendo personalizar un recuerdo; queriendo darle el alma de aquella que sigue ahí, de aquella a la que aún puedo mirar. El espíritu de aquella cuya mirada antes me daba la vida y que, ahora, tan sólo me puede entregar … migajas de silencio.

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  7. SONETO EN SILENCIO

    Retumba el silencio en el salón oscuro;
    en la cama migajas del amor vivido,
    recordando con pena todo lo ocurrido;
    tomando el desamor como desde un conjuro.

    Un día me dejó, y no se lo censuro.
    Vivir a mi lado es triste y aburrido,
    un terreno yermo, seco y abatido,
    pero ahora mismo quizás es prematuro.

    Su cuerpo está tallado en mi mente rota,
    sus besos van unidos a mi pensamiento,
    su imagen, ya sin verla, al corazón agota.

    Me resisto a perderla de mi sentimiento;
    me deja la razón en plena bancarrota,
    intento resistirme cual toldo contra el viento.

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  8. EL SILENCIO DE LA CLAUSURA


    Silencio. Calma total. Ausencia de ruido. Sólo el canto gregoriano de las misas de 12 y de 19 horas me sacan de mi ensimismamiento. Desde que ingresé en este convento de clausura sólo hay silencio.

    Silencio. Se ha quedado dormido. Este cliente no daba para más. Es tener una buena sesión y no falla. Ni siquiera le ha dado tiempo a echar un cigarrillo como ese gordo mofletudo que me echaba las babas cada vez que resoplaba. Por eso agradezco este silencio.

    ¡Silencio!. ¿Es que no han leído el cartel?. Aquí dentro de la consulta hay otro paciente que merece un respeto. A todos los llegará su turno e irán entrando según llegaron.

    ¡Silencio, por favor, silencio!. No hay forma. Estos adolescentes tienen las hormonas revolucionadas y así es imposible dar una clase tranquilos.

    Silencio. Es lo que agradezco después de estas horas de tanto trasiego en el tanatorio. Mi padre se quedó seco de un infarto y ahora aquí nos tiene reunidos a toda la familia, él que siempre pasó de nosotros, nos tiene a todos a su alrededor. ¡Ironías de la vida!.

    Ha sido tallar esta escultura modernista y quedar todos ....en silencio.

    Ni una migaja de pan quedó después de esta estupenda comida. Nos dejó a todos enmudecidos cuando el jefe, en un arranque de generosidad, decidió pagar la cuenta.

    El toldo de la tienda quedó perfecto. Ahora sólo falta llenar la tienda de productos y decidir por qué rama comercial nos inclinamos. Pero el toldo ha quedado genial.


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